Martes, 27 de Septiembre de 2016
San Vicente de Paúl
Job 3,1-3.11-17.20-23
Lc 9,51-56
Evangelio:
51.Sucedió que como se iban cumpliendo los días de su asunción, él se afirmó en su voluntad de ir a Jerusalén,
52.y envió mensajeros delante de sí, que fueron y entraron en un pueblo de samaritanos para prepararle posada;
53.pero no le recibieron porque tenía intención de ir a Jerusalén.
54.Al verlo sus discípulos Santiago y Juan, dijeron: «Señor, ¿quieres que digamos que baje fuego del cielo y los consuma?»
55.Pero volviéndose, les reprendió;
56.y se fueron a otro pueblo.
Comentario:
Este texto abre el cuerpo narrativo central del evangelio de Lucas; desde aquí, Cristo emprende su largo camino hacia Jerusalén. La expresión del evangelista es curiosa: Cristo endurece el rostro, su decisión es férrea: le espera el martirio pero, dice el texto, la ultima meta es la ascensión (el ser elevado a lo alto). La existencia terrena del Señor no culmina en la tumba, sino en el esplendor de su divinidad: en la gloria celeste. Él siempre mira más allá y al comienzo del viaje lo demuestra un episodio donde la generosidad de Cristo contrasta con la ira de los discípulos.
Texto compartido desde la aplicación Android 'Palabra y Vida 2016'
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