María en Belén
Cuando José el carpintero, se dio cuenta que María, su prometida, iba a ser madre, sintió una gran angustia. Él sabía que María es buena mujer la cual es pura y la veia incapaz de que le traicionara. Por su parte María sabía que iba a ser madre y decidio no decirselo, se quedo callada, María siempre se llenó de serenidad y calma, ella cada vez que buscaba a Dios a través de la oración le pedia que de alguna manera le comunicara a José este misterio divino.
Y así ocurrio un día en sueño Dios revela su plan salvifico a José a traves de un ángel; este le dice José no temas en recibir a María por esposa, porque el hijo que lleva en su ceno ha de nacer por obra y gracia del Espiritu Santo, y por lo tanto el Hijo de Dios. Así pues José una vez que se despierta del sueño decide desposarla, es decir casarse con María, allí podemos observar que ambos aceptaron la voluntad de Dios sin pretesto, es decir acogieron su mandato con humildad, amor y esperanza en Él.
Posteriormete de desposarla se quedan a vivir en Nazareth y cuando se acerca la fecha de su nacimiento, tuvieron que marchase a Belén, tal cual como lo leeremos en el Evangelio según San Lucas 2:1-13 que dice así: Por aquellos días Augusto César decretó que se levantara un censo en todo el imperio romano. 2 (Este primer censo se efectuó cuando Cirenio gobernaba en Siria.) 3 Así que iban todos a inscribirse, cada cual a su propio pueblo.
4 También José, que era descendiente del rey David, subió de Nazaret, ciudad de Galilea, a Judea. Fue a Belén, la ciudad de David, 5 para inscribirse junto con María su esposa. Ella se encontraba encinta.
María como sabia que le faltaba pocos día para dar a luz y como toda mujer precavida decide llevar los pañales para el bebe, ahora bien ya todos sabemos que les paso a estos esposos una vez que llegarón a Belén. Buscaron y buscaron y siguieron buscando alojamiento tocando de puerta en puerta en las posadas y no pudieron encontrar; cansados ya de escuchar que no hay lugar para ellos se encaminaron hacia las afuera del pueblo.
Entonces ven un refugio en una cueva abandonada, usada en otros tiempos como establo de los animales.
Allí pasaron quizás varias noches esperando trasladarse a otro sitio mejor; José como buen esposo preparó una especie de cama con un poco de paja fresca y limpia, cuando de pronto, relata el Evangelio que: 6 y, mientras estaban allí, se le cumplió el tiempo. 7 Así que dio a luz a su hijo primogénito. Lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en la posada.
Este gran acontesimiento el más grande en toda la historia no habia sido reconocido por el mundo de aquel entonces, por eso Dios volvio su mirada una vez más a los humildes y sencillo, quien decidio revelarselo a unos pastores que pasaban esa noche en el campo cuidando rebaños, observemos: 9 Sucedió que un ángel del Señor se les apareció. La gloria del Señor los envolvió en su luz, y se llenaron de temor. 10 Pero el ángel les dijo: «No tengan
miedo. Miren que les traigo buenas noticias que serán motivo de mucha alegría para todo el pueblo. 11 Hoy les ha nacido en la ciudad de David un Salvador, que es Cristo el Señor. 12 Esto les servirá de señal: Encontrarán a un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre.»
miedo. Miren que les traigo buenas noticias que serán motivo de mucha alegría para todo el pueblo. 11 Hoy les ha nacido en la ciudad de David un Salvador, que es Cristo el Señor. 12 Esto les servirá de señal: Encontrarán a un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre.»
13 De repente apareció una multitud de ángeles del cielo, que alababan a Dios y decían:
14 «Gloria a Dios en las alturas,
y en la tierra paz a los que gozan de su buena voluntad.»
15 Cuando los ángeles se fueron al cielo, los pastores se dijeron unos a otros: «Vamos a Belén, a ver esto que ha pasado y que el Señor nos ha dado a conocer.» Ellos obedecieron a l mensaje de Dios y fueron a ver lo que se les habia revelado y fue sí que encontraron a María a José y al niño acostado en un pesebre tal cual como se les habia contado.
Es por eso que Dios busca a los humildes y a los más sencillo para comunicarles sus dones y su palabra. Aqui observamos una vez más la humildad y la sencillez de la Virgen María, quien es el verdadero ejemplo de aceptación antes la voluntad de Dios. Él siempre nos habla y espera que le escuchemos. Por ello pidamos a la Santísima Virgen María que nos ayude a ser humildes y sencillo de corazón, y rezemos de la siguiente manera:
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor y Salvador Jesuucristo Amen.
Pastoral de Medios de Comunicación Social
Parroquia "Nuestra Señora de Guadalupe"
Ciudad Varyna y Ciudad Tavacare
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