Como es de recordar el Papa Francisco dio
a conocer que con la solemnidad de la Inmaculada Concepción se daba inicio al Año
Jubilar de la Misericordia y culminaría con la solemnidad de Cristo Rey del Universo
el domingo 20 de noviembre del 2016; es por ello que el Sumo Pontífice abrió la puerta Santa
de la Basílica de San Pedro para inaugurar el Jubileo de la
Misericordia. Un Año Santo en el que el Santo Padre invita a «anteponer la
misericordia al juicio». Por eso la Pastoral de Medios de Comunicación Social
de la Parroquia Nuestra Señora de Guadalupe en Ciudad Varyna, decidió responder algunas inquietudes que
tenemos con relación a este año jubilar.
1. ¿Qué es un Año Santo?
El Año Santo o Jubilar es tradicionalmente un año de
perdón y reconciliación. Hasta ahora solo se han realizado 26 celebraciones
jubilares ordinarias. La última fue el Jubileo del año 2000 convocado por San Juan
Pablo II. Un jubileo extraordinario puede ser convocado en una ocasión especial
o por un evento que tiene una importancia especial, como es el caso del Año
Santo de la Misericordia.
2. ¿Cuál fue el primer Año Santo de la historia?
El primer Año Jubilar de la historia, con el perdón
general de todos los pecados, tuvo lugar en el 1300 por iniciativa del Papa
Bonifacio VIII. La idea era celebrarlo cada 50 años, siguiendo la antigua
costumbre judía, pero después se pasó a convocarlos cada 25 años para asegurar
que tenga lugar una vez para cada generación.
3. ¿Qué significa una indulgencia plenaria?
Lo esencial del jubileo es pedir perdón a Dios y
perdonar a los demás. La indulgencia que se gana al cruzar la puerta santa
limpia las huellas que dejan en el alma y en la conducta los pecados ya
perdonados en la confesión. La devuelve al estado original.
Cada una de las cuatro basílicas de Roma tiene una
puerta santa, que normalmente se sella desde el interior para que no se pueda
abrir. Las puertas santas sólo se abren durante el año
del Jubileo para que los peregrinos puedan entrar a
través de ellas y ganar la indulgencia plenaria vinculada al Jubileo.
El rito de la apertura de la Puerta Santa pretende
ilustrar simbólicamente que a los fieles de la Iglesia se les ofrece un «camino
extraordinario» hacia la salvación durante el tiempo del Jubileo.
5. ¿Cuáles son las condiciones para conseguir la
indulgencia plenaria?
Los requisitos son: peregrinación a la puerta santa,
sacramentos de la confesión y Eucaristía, rezo del Credo, practicar Obras de Misericordia,
además de elevar una oración por el Papa.
6. ¿Qué significa la solemnidad de la Inmaculada Concepción?
La Santísima Virgen María madre de Jesús fue
preservada desde un principio para ser instrumento del acto más grande en la humanidad,
es por ello que desde su concepción y por gracia y privilegios únicos que Dios
le concedió, fue preservada de toda mancha del pecado original, por lo que
alcanzó un lugar muy especial dentro de la Iglesia y de nuestras vidas, por ser
la Madre de Jesús. Sólo a Ella Dios le concedió el privilegio de haber sido
preservada del pecado original, como un regalo especial para la mujer que sería
la Madre de Jesús y madre Nuestra.
Por lo que es de suponer que este año jubilar busca
es poder desterrarnos de ese pecado que concebimos con Eva, el cual es perdonado por la acción
purificadora del amor divino como lo es el nacimiento, muerte y resurrección de
Cristo en la Cruz del calvario, con lo que nos reconcilió y nos acercó a Dios
Padre.
7. ¿Qué significa la solemnidad de Cristo Rey del
Universo?
Esta solemnidad ha sido colocada el último domingo
del tiempo ordinario, como final del año litúrgico, para expresar el sentido de
consumación del plan de Dios, por lo que estamos convencidos de la presencia de Jesús
en nosotros y de su plena y total soberanía. Es el día para reconocer, con
humildad y sencillez, la grandeza y la omnipotencia de Dios que se hace hombre
para acercarnos más a Él y hacernos así partícipes de su vida misma.
Acto por el cual se ve reflejado el inmenso amor y
misericordia de Dios para con el hombre, ya que una vez reconciliados con Dios
se puede gozar y participar en su reino; es por ello que debemos declarar que
Jesús es el Rey y Señor de Nuestras vidas, familias y trabajo, reconocimiento
tal que nos ayuda a ser humildes ante la grandeza de Dios.
Ya para finalizar y una vez despejadas
algunas de nuestras dudas debemos vivir a plenitud la misericordia de Dios en nuestra vida, familia y para el prójimo, siendo
testigos del profundo amor y la
generosidad de Dios para ser compasivo y misericordioso para con la humanidad,
es por ello que el Papa Francisco dijo: “Estoy convencido que toda la Iglesia,
que tiene tanta necesidad de recibir misericordia, porque somos pecadores,
podrá encontrar en este Jubileo la alegría para redescubrir y hacer más fecunda
la misericordia de Dios, con la cual todos estamos llamados a dar consolación a
cada hombre y a cada mujer de nuestro tiempo. No olvidemos que Dios perdona
todo, y Dios perdona siempre. No nos cansemos de pedir perdón”.
Ya culminado el año jubilar de la
misericordia, Jesús nos invita a ser practicantes siempre de las obras de
misericordia porque recordemos que las escritura dice “…bienaventurados los
misericordiosos porque ellos alcanzaran misericordia…”; pongamos en práctica
este fundamento bíblico y veremos que Dios puede transformar las vidas, a la
sociedad que tanta falta hace el poder reconciliar a los hogares, hijos y
familias con Dios y verán que el amor puro de Dios puede trasformar y sanar sus
heridas, pudiendo contemplar consigo los grandes cambios de nuestras sociedad.
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